El Sector Libertad es el marco de referencia de la primera novela de Exo y de la segunda (que espero salga en unas semanas). También hemos ambientado en él algunas aventuras (como la última campaña de Inmo), pero por qué nos atrae esta zona concreta del universo de Exo.
Este territorio tiene su origen en la fragmentación del imperio de Oeón. Este tenía estructura bastante contradictoria: estaba organizado en comités mientras mantenía una monarquía gobernante; era una unión de planetas independientes, pero tenía comités centrales que dictaban las doctrinas oficiales. Sufrió un colapso económico debido al colapso de sus sistemas de transporte sobre los que no ejercían ningún control y que fueron incapaces de mantener en contacto planetas monoproductores (otra decisión que demostró no ser muy acertada). Es cierto que algunas naciones ajenas a Oeón también empujaron un poco a favor de sus intereses.
El sector libertad fue la zona donde más calaron las enseñanzas de un personaje que era conocido como la Voz. Una persona anónima que se dedicaba a emitir su opinión a través de los canales de comunicación, en especial la red de datos. Era como un fantasma y hay muchas teorías sobre el origen y la identidad de la Voz. Algunos creen que se trataba de una entidad consciente de la red, mientras otros creen que era un agente extranjero con el objetivo de debilitar al imperio. Cierto que la Voz fomentaba el descontrol, pero no desde un sentido caótico sino desde un sentido de ausencia de control por parte del Estado. El Sector Libertad es, por tanto, una zona del espacio de Exo donde ningún gobierno toma las decisiones y donde, en teoría, la gente debería haber tomado sus propias decisiones. Sin embargo su posición estratégica (en medio del antiguo imperio) hizo que se convirtiera con rapidez en el objetivo de las corporaciones, de los gobiernos y de alguna gente que simplemente quería o tenía ambición de poder.
El experimento de la Voz, salvo en algunas zonas concretas, fue un fracaso. Y aunque se le podía haber reprochado un exceso de confianza en la capacidad de gestión de los individuos, fueron las intervenciones externas las que acabaron por dinamitar el intento.
En el Sector Libertad convive la ilusión y la esperanza del anarquismo con la crueldad y la falta de escrúpulos de la ambición humana. Es una zona donde los ojos de la gente muestran el dolor de lo que podría haber sido y el brillo de saber que llevaban razón. Y donde algunos personajes románticos aún creen que es posible. Por eso nos gusta tanto y por eso lo visitamos siempre que podemos. Es un marco perfecto para mostrar los contrastes.
Hay tanto de ese «podría haber sido» en nosotros.