19/10/18

Exo Gruyere


Cuando te acercas por primera vez a la galaxia de Exo, es fácil llevarte la impresión de que toda la galaxia está poblada y que allá donde mires hay estrellas, planetas y especies inteligentes esperándote. Es una imagen que es culpa mía porque casi nunca me detengo a hablar de los agujeros y también, en menor medida, por nuestra propia experiencia descubridora y colonizadora que hace que no dejemos ningún rincón sin mirar.


La galaxia de Exo no tiene el impulso demográfico de emigrar. Aunque hay planetas muy poblados, no lo suficiente para que sea necesario abandonarlo por supervivencia y mucho menos para seguir expandiéndose hasta el final de la galaxia. Los descubrimientos y migraciones tienen otros motivos: políticos, económicos, sociales, culturales, pudo haber una necesidad de hacerlos, pero no una obligación.

A lo anterior debemos añadir que viajar de un sistema a otro es caro. Debes tener acceso a una nave espacial con capacidad de salto (lo que es más raro según nos retrasamos en la historia de Exo) y el dinero suficiente para costear el viaje. En otras palabras, la exploración espacial estaba en manos de entidades privadas con intereses económicos o públicas con intereses políticos. La decisión de adónde ir a explorar no era casual; las misiones se planificaban y se descartaban los destinos que no parecían interesantes: sistemas con estrellas viejas, con accesos complicados, sin aparentes sistemas habitables, en la dirección equivocada. Toda estrella que no fuera óptima se iba saltando, se iba quedando atrás en la conquista de la galaxia. Siempre podían, se decían, volver a ellas luego, pero ese luego nunca llegó porque la galaxia es enorme y mucho antes de que los exploradores llegaran al límite, las necesidades para seguir explorando eran mínimas, había planetas suficientes para miles de años.

Eso configuró la geografía de la galaxia con núcleos y ejes poblados y conocidos y un montón de espacio desconocido entre ellos: los agujeros del gruyere. Salvo los sheller que sí hicieron una exploración más completa y le pusieron nombre a las estrellas (y por lo que se dice que sus cartas galácticas son las mejores de la galaxia), cada especie hizo su propia exploración y los agujeros de una no tienen por qué coincidir con los agujeros de otras y esto se nota mucho en las zonas fronterizas donde trazar una raya es imposible.

Hablamos de huecos entre las estrellas, pero no están vacíos. En esos lugares hay estrellas, planetas, quizás civilizaciones desconocidas y esa es una de las razones por las que me atrae seguir trabajando en Exo, aún hay mucho por descubrir y la aventura puede estar en una estrella no cartografiada ni visitada al lado de tu casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario